Enfermedad cardíaca / accidente cerebrovascular

Jose no tenía idea de que tenía presión arterial alta y no había ido al médico durante muchos años, ya que no tenía seguro médico y estaba empleado en un trabajo que lo mantenía muy activo, por lo que pensaba que estaba en muy buena forma. Su esposa finalmente le hizo una cita después de enterarse de que varios otros miembros de la familia de José tenían una enfermedad cardíaca: su hermana había sufrido un derrame cerebral y un hermano había tenido un ataque cardíaco repentino. Durante su cita, la enfermera le tomó la presión arterial y descubrió que estaba muy alta. La prueba se repitió más tarde en la visita y la lectura de la presión arterial de José todavía era demasiado alta. Cuando compartió esta historia familiar con su médico, José fue remitido para algunas pruebas de seguimiento.

“Fue un shock cuando me dijeron que tenía tres obstrucciones en mis arterias que podrían haberme provocado un ataque cardíaco o un derrame cerebral en cualquier momento. Los médicos me colocaron endoprótesis en las arterias y me recetaron medicamentos para reducir la presión arterial. Mi médico también me recomendó que me uniera a una clase de bienestar para poder hacer mi dieta más saludable y con menos grasas y sal. No me gustó la idea de esto, pero mi esposa quería que fuera, así que finalmente lo hice. Había otros chicos en la clase y mi esposa también vino; mi clase ahora está en línea, lo cual es genial. Mi esposa ha estado aprendiendo nuevas formas de cocinar nuestros platos favoritos para que sean saludables pero aún tengan buen sabor. Tengo dos nietos y me alegro de tener otra oportunidad de vivir una vida saludable ”.

José ahora es monitoreado por su médico y, con la ayuda de su familia, ha realizado muchos pequeños cambios en su estilo de vida.

Beatriz tenía 43 años y estaba ocupada con su familia de tres y un trabajo exigente. Recientemente se había puesto aparatos de ortodoncia en los dientes ya que no podía permitirse hacer esto cuando era una adolescente, así que cuando comenzó a tener dolor en la mandíbula pensó que se lo mencionaría a su dentista en su próxima visita. Unos días después, el dolor comenzó a empeorar y sintió el dolor también en su hombro y pensó que debía haber estado rechinando los dientes mientras dormía. Llamó a su dentista para hacer una cita y le dijeron que fuera a la sala de emergencias. Poco después, a Beatriz le dijeron que había sufrido un infarto.

“No podía creerlo y pensé que debían haber cometido un error porque no tenía ningún dolor en el pecho. Aprendí que a veces los síntomas de los ataques cardíacos en las mujeres pueden ser diferentes a los de los hombres. Me quedé en el hospital durante una semana y luego, cuando me dieron de alta, comencé la rehabilitación para ayudarme a mejorar. Había estado muy estresado en mi trabajo y no me cuidaba bien; mi ataque cardíaco fue mi llamada de atención. Mis médicos han sido maravillosos y ahora hago tiempo para comer alimentos saludables y hacer algo de ejercicio. También dejé de fumar, tengo hijos y quiero ser un mejor modelo para ellos. Si está leyendo mi historia, espero que aproveche los recursos disponibles que pueden ayudarlo para que no se despierte un día y descubra que ha tenido un ataque cardíaco como yo. Me siento orgulloso de mí mismo y me siento mejor de lo que me he sentido en años ".